REFLEXIÓN DIARIA DEL EVANGELIO.
Miércoles 03 de agosto de 2016
"MUJER, ¡QUÉ FE TAN GRANDE TIENES!"
La mujer cananea es un gran ejemplo de fe y perseverancia en la oración. Aunque todo parecía conspirar contra ella –y que el milagro que necesitaba no estaba en los planes de Dios– ella supo insistir y humillarse delante de Jesús, hasta que él se dio cuenta de que ella estaba movida por una fe demasiado grande y que no podía continuar sin atenderla. Tampoco nosotros debemos bajar las manos cuando nos parece que nuestras súplicas no son atendidas. La fe verdadera no se intimida en las dificultades, sino que persevera hasta llegar a su meta. Paz y bien.
Por el Hno. Mariosvaldo Florentino, OFMCap.
"Mujer, ¡qué fe tan grande tienes! Que se cumplan tus deseos." (Mt 15, 28)
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Primera Lectura: Jeremías 31, 1-7
"Con amor eterno te amé."
En aquel tiempo -oráculo del Señor-, seré el Dios de todas las tribus de Israel, y ellas serán mi pueblo. Así dice el Señor: "Halló gracia en el desierto el pueblo escapado de la espada; camina Israel a su descanso, el Señor se le apareció de lejos. Con amor eterno te amé, por eso prolongué mi misericordia. Todavía te construiré, y serás reconstruida, doncella de Israel; todavía te adornarás y saldrás con panderos a bailar en corros; todavía plantarás viñas en los montes de Samaria, y los que plantan cosecharán.
"Es de día", gritarán los centinelas en la montaña de Efraín: "Levantaos y marchemos a Sión, al Señor, nuestro Dios."" Porque así dice el Señor: "Gritad de alegría por Jacob, regocijaos por el mejor de los pueblos: proclamad, alabad y decid: "El Señor ha salvado a su pueblo, al resto de Israel.""
"Es de día", gritarán los centinelas en la montaña de Efraín: "Levantaos y marchemos a Sión, al Señor, nuestro Dios."" Porque así dice el Señor: "Gritad de alegría por Jacob, regocijaos por el mejor de los pueblos: proclamad, alabad y decid: "El Señor ha salvado a su pueblo, al resto de Israel.""
Interleccional: Jeremías 31
"El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño.".
Escuchad, pueblos, la palabra del Señor, / anunciadla en las islas remotas: / "El que dispersó a Israel lo reunirá, / lo guardará como un pastor a su rebaño." R.
"Porque el Señor redimió a Jacob, / lo rescató de una mano más fuerte." / Vendrán con aclamaciones a la altura de Sión, / afluirán hacia los bienes del Señor. R.
Entonces se alegrará la doncella en la danza, / gozarán los jóvenes y los viejos; / convertiré su tristeza en gozo, / los alegraré y aliviaré sus penas. R.
Evangelio: Mateo 15, 21-28
Mujer, qué grande es tu fe"
En aquel tiempo, Jesús salió y se retiró al país de Tiro y Sidón. Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: "Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo". El no le respondió nada. Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: "Atiéndela, que viene detrás gritando". El les contestó: "Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel". Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió de rodillas: "Señor, socórreme". El le contestó: "No está bien echar a los perros el pan de los hijos". Pero ella repuso: "Tienes razón, Señor, pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos". Jesús le respondió: "Mujer, ¡qué grande es tu fe!; que se cumpla lo que deseas". En aquel momento quedó curada su hija.
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