REFLEXIÓN DIARIA DEL EVANGELIO.
Viernes 15 de julio de 2016
"LA PRIMERA REGLA ES LA CARIDAD"
La reglas existen para ayudar a las personas a vivir mejor y todos debemos estar dispuestos a respetarlas; sin embargo, a veces la vida nos pone delante de situaciones tan particulares en las cuales se justifica el quiebre de una regla para que la vida sea defendida. Por eso, no debemos absolutizar las reglas como si ellas estuvieran por encima de todas las cosas o como si todas tuvieran el mismo valor. En la jerarquía de los valores descubrimos que hay momentos en que lo justo es saltar alguna exigencia de la norma para salvaguardar un bien mayor. Paz y bien.
Por el Hno. Mariosvaldo Florentino, OFMCap.
" Sus discípulos, hambrientos, se pusieron a arrancar espigas y comérselas en día sábado."(Mt 12, 1)
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Primera Lectura: Isaías 38, 1-6. 21-22. 7-8
"He escuchado tu oración, he visto tus lágrimas."
En aquellos días, Ezequías cayó enfermo de muerte, y vino a visitarlo el profeta Isaías, hijo de Amós, y le dijo: "Así dice el Señor: "Haz testamento, porque vas a morir sin remedio y no vivirás.""
Entonces, Ezequías volvió la cara a la pared y oró al Señor: "Señor, acuérdate que he procedido de acuerdo contigo, con corazón sincero e íntegro, y que he hecho lo que te agrada." Y Ezequías lloró con largo llanto.
Y vino la palabra del Señor a Isaías: "Ve y dile a Ezequías: Así dice el Señor, Dios de David, tu padre: "He escuchado tu oración, he visto tus lágrimas. Mira, añado a tus días otros quince años. Te libraré de las manos del rey de Asiria, a ti y a esta ciudad, y la protegeré.""
Isaías dijo: "Que traigan un emplasto de higos y lo apliquen a la herida, para que se cure." Ezequías dijo: "¿Cuál es la prueba de que subiré a la casa del Señor?" Isaías respondió: "Ésta es la señal del Señor, de que cumplirá el Señor la palabra dada: "En el reloj de sol de Acaz haré que la sombra suba los diez grados que ha bajado."" Y desandó el sol en el reloj los diez grados que había avanzado.
Entonces, Ezequías volvió la cara a la pared y oró al Señor: "Señor, acuérdate que he procedido de acuerdo contigo, con corazón sincero e íntegro, y que he hecho lo que te agrada." Y Ezequías lloró con largo llanto.
Y vino la palabra del Señor a Isaías: "Ve y dile a Ezequías: Así dice el Señor, Dios de David, tu padre: "He escuchado tu oración, he visto tus lágrimas. Mira, añado a tus días otros quince años. Te libraré de las manos del rey de Asiria, a ti y a esta ciudad, y la protegeré.""
Isaías dijo: "Que traigan un emplasto de higos y lo apliquen a la herida, para que se cure." Ezequías dijo: "¿Cuál es la prueba de que subiré a la casa del Señor?" Isaías respondió: "Ésta es la señal del Señor, de que cumplirá el Señor la palabra dada: "En el reloj de sol de Acaz haré que la sombra suba los diez grados que ha bajado."" Y desandó el sol en el reloj los diez grados que había avanzado.
Interleccional: Isaías 38
"Señor, detuviste mi alma ante la tumba vacía.
Yo pensé: "En medio de mis días / tengo que marchar hacia las puertas del abismo; / me privan del resto de mis años." R.
Yo pensé: "Ya no veré más al Señor / en la tierra de los vivos, / ya no miraré a los hombres / entre los habitantes del mundo." R.
"Levantan y enrollan mi vida / como una tienda de pastores. / Como un tejedor, devanaba yo mi vida, / y me cortan la trama." R.
Los que Dios protege viven, / y entre ellos vivirá mi espíritu; / me has curado, me has hecho revivir. R.
Los que Dios protege viven, / y entre ellos vivirá mi espíritu; / me has curado, me has hecho revivir. R.
Evangelio: Mateo 12, 1-8
"El Hijo del hombre es señor del sábado"
Un sábado de aquéllos, Jesús atravesaba un sembrado; los discípulos, que tenían hambre, empezaron a arrancar espigas y a comérselas. Los fariseos, al verlo, le dijeron: "Mira, tus discípulos están haciendo una cosa que no está permitida en sábado". Les replicó: "¿No habéis leído lo que hizo David cuando él y sus hombres sintieron hambre. Entró en la casa de Dios y comieron de los panes presentados, cosa que no les estaba permitida ni a él ni a sus compañeros, sino sólo a los sacerdotes. ¿Y no habéis leído en la ley que los sacerdotes pueden violar el sábado en el templo sin incurrir en culpa? Pues os digo que aquí hay uno que es más que el templo. Si comprendierais lo que significa "quiero misericordia y no sacrificio", no condenaríais a los que no tienen culpa. Porque el Hijo del hombre es señor del sábado".
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