REFLEXIÓN DIARIA DEL EVANGELIO.
Domingo 17 de julio de 2016
"¡MARTA, MARTA! NO TE INQUIETES POR MUCHAS COSAS."
Vivimos en un mundo tan frenético y corremos tanto, que muchas veces nos olvidamos de las cosas verdaderamente importantes: el amor, la familia, la oración… No podemos ser víctimas de las urgencias (teléfonos, timbres, reuniones sociales…) que nos quieren absorber completamente. Cada uno está desafiado a tomar las riendas de su vida y decidir hacer, todos los días, aquello que es necesario: escuchar a los hijos, darles un abrazo, dedicar un tiempo a la oración… aunque otras cosas se queden para después. Si no hacemos opciones conscientes, el mundo nos consume. Paz y bien.
Por el Hno. Mariosvaldo Florentino, OFMCap.
Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas. Sin embargo una sola es necesaria." (Lc 10,41-42).
¡Querido hermano, querida hermana, Paz y Bien!
Tengo certeza de que, en el lugar de Marta, podría estar nuestro nombre, pues la llamada de atención que hace Jesús viene como “anillo al dedo” a casi todos nosotros. ¿Quién tiene tiempo para estar con el Señor? ¿Para estar sentado escuchando su Palabra? ¿Para mirarle a los ojos y dejar que él vea el corazón? En nuestros días, la respuesta más común cuando se refiere a las cosas de Dios, es: “¡no tengo tiempo!” Los quehaceres de la vida diaria ocupan todo nuestro tiempo. El mundo vive un ritmo frenético y nosotros, en medio de esta avalancha, no podemos organizarnos de modo diferente.
Pero el evangelio nos dice que este no es un problema de la pos-modernidad, es mucho más antiguo de lo que pensamos. Es una debilidad del hombre de todos los tiempos. Infelizmente todos tenemos una fuerte tendencia a la distracción, a llenarnos de preocupaciones y de inquietudes para no tener tiempo para las cosas esenciales. Tenemos miedo de lo esencial. Esto significa que no podemos colocar toda la culpa en la cultura, cuando la solución está mucho más en nosotros mismos. Somos nosotros los que debemos tomar las riendas de la vida y no dejar que nuestras malas tendencias o la cultura nos hagan sus marionetas. Es claro que este evangelio no es un elogio a los perezosos. A aquellos que no quieren trabajar y piensan que los demás le deben sustentar. Ciertamente no. También María era una mujer trabajadora, pero ante la visita de Jesús, ella supo dejar todo para estar con él. Marta infelizmente estaba ciega por sus preocupaciones y pensaba que eran más importantes sus quehaceres que “perder tiempo” estando escuchando a Jesús.
Muchas veces me he encontrado con personas que se justifican diciendo: “infelizmente yo no puedo participar de la Iglesia, no puedo ir a la misa, no puedo acompañar a mis hijos en la catequesis... porque ¡estoy muy ocupada!” ... y me da la impresión de que por detrás de estas palabras está la idea de que aquellos que participan son personas desocupadas, que van a la Iglesia para llenar su tiempo. Pero, en verdad, sabemos que el tiempo es una cuestión de prioridad. El tiempo siempre nos alcanza para hacer todas las cosas que creemos que son realmente importantes. Por eso aquellos que dicen: “no tengo tiempo para Dios” (esto es para participar de la comunidad eclesial), están en la verdad afirmando, con la práctica de sus vidas, que él no es importante para ellos, o sea, que existen otras prioridades que le quitan el puesto a Dios. Y la vida va pasando, a veces con días llenos de cosas inútiles. Ocupadísimos con futilidades, nos olvidamos de que “una sola cosa es necesaria” y para justificarnos o protegernos, hasta criticamos a aquellos que gastan su tiempo con la Vida.
Todos tenemos mucho que aprender de María. Aprender a priorizar. Aprender a discernir lo que es necesario para nuestras vidas. Aprender a “perder tiempo” para ganar la Vida. Aprender a no ser esclavos de los quehaceres. (Ciertamente sin ser irresponsable.)
Creo que es muy oportuno una palabrita sobre el domingo, día del Señor. San Juan Pablo II ha insistido mucho sobre este tema. El domingo es día santo. La sociedad nos presenta solamente como un día de reposo y entretenimiento. Otros lo ven como un día para hacer otros trabajos. Pero la fe nos dice que es un día para estar en primer lugar con el Señor, también para estar en familia, para descansar y así descubrir la grandeza de la vida, que es mucho más que una rutina de trabajo. Pero, insisto, la prioridad de este día es el Señor. La eucaristía, como puesto privilegiado para el encuentro con él, no debe ser simplemente una alternativa entre tantas, debe ser la prioridad del domingo, a partir de la cual las otras cosas también pueden ser hechas. Saber dar tiempo a Dios es una característica de hombres libres, que saben determinar su propio tiempo, como hizo María.
El Señor te bendiga y te guarde,
El Señor haga brillar su rostro y tenga misericordia de ti.
El Señor vuelva su mirada cariñosa y te dé la Paz.
Hno. Mariosvaldo Florentino, capuchino._______________________________________________________
Primera Lectura: Génesis 18, 1-10a
"Señor, no pases de largo junto a tu siervo"
En aquellos días, el Señor se apareció a Abrahán junto a la encina de Mambré, mientras él estaba sentado a la puerta de la tienda, porque hacía calor. Alzó la vista y vio a tres hombres en pie frente a él. Al verlos, corrió a su encuentro desde la puerta de la tienda y se prosternó en tierra, diciendo: "Señor, si he alcanzado tu favor, no pases de largo junto a tu siervo. Haré que traigan agua para que os lavéis los pies y descanséis junto al árbol. Mientras, traeré un pedazo de pan para que cobréis fuerzas antes de seguir, ya que habéis pasado junto a vuestro siervo."
Contestaron: "Bien, haz lo que dices."
Abrahán entró corriendo en la tienda donde estaba Sara y le dijo: "Aprisa, tres cuartillos de flor de harina, amásalos y haz una hogaza."
Él corrió a la vacada, escogió un ternero hermoso y se lo dio a un criado para que lo guisase en seguida. Tomó también cuajada, leche, el ternero guisado y se lo sirvió. Mientras él estaba en pie bajo el árbol, ellos comieron.
Después le dijeron: "¿Dónde está Sara, tu mujer?"
Contestó: "Aquí, en la tienda."
Añadió uno: "Cuando vuelva a ti, dentro del tiempo de costumbre, Sara habrá tenido un hijo."
Salmo responsorial: 14
(Escuchar el salmo y descargar mp3)
"Señor, ¿quién puede hospedarse en tu tienda?"
El que procede honradamente y practica la justicia, el que tiene intenciones leales y no calumnia con su lengua. R.
El que no hace mal a su prójimo ni difama al vecino, el que considera despreciable al impío y honra a los que temen al Señor. R.
El que no presta dinero a usura ni acepta soborno contra el inocente. El que así obra nunca fallará. R.
Segunda Lectura: Colosenses 1, 24-28
"El misterio escondido desde siglos, revelado ahora a los santos"El que no hace mal a su prójimo ni difama al vecino, el que considera despreciable al impío y honra a los que temen al Señor. R.
El que no presta dinero a usura ni acepta soborno contra el inocente. El que así obra nunca fallará. R.
Segunda Lectura: Colosenses 1, 24-28
Hermanos: Ahora me alegro de sufrir por vosotros: así completo en mi carne los dolores de Cristo, sufriendo por su cuerpo que es la Iglesia, de la cual Dios me ha nombrado ministro, asignándome la tarea de anunciaros a vosotros su mensaje completo: el misterio que Dios ha tenido escondido desde siglos y generaciones y que ahora ha revelado a sus santos.
A éstos ha querido Dios dar a conocer la gloria y riqueza que este misterio encierra para los gentiles: es decir, que Cristo es para vosotros la esperanza de la gloria.
Nosotros anunciamos a ese Cristo; amonestamos a todos, enseñamos a todos, con todos los recursos de la sabiduría, para que todos lleguen a la madurez en su vida en Cristo.
Evangelio: Lucas 10, 38-42
"Marta lo recibió en su casa. María ha escogido la parte mejor."
A éstos ha querido Dios dar a conocer la gloria y riqueza que este misterio encierra para los gentiles: es decir, que Cristo es para vosotros la esperanza de la gloria.
Nosotros anunciamos a ese Cristo; amonestamos a todos, enseñamos a todos, con todos los recursos de la sabiduría, para que todos lleguen a la madurez en su vida en Cristo.
Evangelio: Lucas 10, 38-42
En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa.
Ésta tenía una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra.
Y Marta se multiplicaba para dar abasto con el servicio; hasta que se paró y dijo: "Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano."
Pero el Señor le contestó: "Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán."
Pero el Señor le contestó: "Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán."
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