martes, 27 de septiembre de 2016

Reflexión diaria del Evangelio

REFLEXIÓN DIARIA DEL EVANGELIO.

Martes 27 de septiembre de 2016

"SEÑOR, ¿QUIERES QUE MANDEMOS QUE CAIGA UN RAYO DEL CIELO?"

Cuando somos rechazados por alguien siempre nace en nosotros una rabia y un deseo de eliminarlo. También los discípulos tuvieron esta experiencia. Delante del rechazo de los samaritanos, querían destruirlos, pero Jesús les reprendió. Esta no es la actitud de un cristiano: no podemos estar deseando y mucho menos buscando la muerte de los que nos defraudan o no nos caen bien. En la lógica del reino de Jesús, también a ellos debemos amar y servir. El verdadero cristiano debe reaccionar no según el mal sufrido, sino de acuerdo a lo enseñado en los evangelios. Paz y bien.

Por el Hno. Mariosvaldo Florentino, OFMCap.


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"Señor, ¿quieres que mandemos que caiga un rayo del cielo y acabe con ellos?" (Lc 9, 54)
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Primera Lectura: Job 3, 1-3. 11-17. 20-23
"¿Por qué dio luz a un desgraciado?"

Job abrió la boca y maldijo su día diciendo:

"¡Muera el día en que nací, la noche que dijo: "Se ha concebido un varón"!

¿Por qué al salir del vientre no morí o perecí al salir de las entrañas? ¿Por qué me recibió un regazo y unos pechos me dieron de mamar?

Ahora dormiría tranquilo, descansaría en paz, lo mismo que los reyes de la tierra que se alzan mausoleos, o como los nobles que amontonan oro y plata en sus palacios.

Ahora sería un aborto enterrado, una criatura que no llegó a ver la luz.

Allí acaba el tumulto de los malvados, allí reposan los que están rendidos.

¿Por qué dio luz a un desgraciado y vida al que la pasa en amargura, al que ansía la muerte que no llega y escarba buscándola más que un tesoro, al que se alegraría ante la tumba y gozaría al recibir sepultura, al hombre que no encuentra camino porque Dios le cerró la salida?"

Salmo responsorial: 87
"Llegue hasta ti mi súplica, Señor."

Señor, Dios mío, de día te pido auxilio, / de noche grito en tu presencia; / llegue hasta ti mi súplica, / inclina tu oído a mi clamor.  R.

Porque mi alma está colmada de desdichas, / y mi vida está al borde del abismo; / ya me cuentan con los que bajan a la fosa, / soy como un inválido.  R.

Tengo mi cama entre los muertos, / como los caídos que yacen en el sepulcro, / de los cuales ya no guardas memoria, / porque fueron arrancados de tu mano.  R.

Me has colocado en lo hondo de la fosa, / en las tinieblas del fondo; / tu cólera pesa sobre mí, / me echas encima todas tus olas.  R.

Evangelio: Lucas 9, 51-56
Tomó la decisión de ir a Jerusalén"

Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante. De camino entraron en una aldea de Samaria para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén. Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron: "Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo y acabe con ellos?" El se volvió y les regañó, y dijo: "No sabéis de qué espíritu sois. Porque el Hijo del hombre no ha venido a perder a los hombres, sino a salvarlos".
 


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