REFLEXIÓN DIARIA DEL EVANGELIO.
Viernes 29 de enero de 2016
NUESTRA MISIÓN ES SEMBRAR Y CONFIAR
Quien trabaja para Dios debe hacerlo con mucha generosidad. Es el Señor quien hace que el Reino crezca. Mientras trabajamos o dormimos, él hace que las semillas germinen y den sus frutos. Nuestra misión es sembrar y confiar: las semillas esparcidas a su tiempo y según la voluntad del dueño de los sembrados, producirán. Hay que contar siempre con la ayuda de lo alto, pues según el salmo “en vano trabajan los albañiles si el Señor no construye”. La obra no es nuestra, somos simples servidores. Paz y bien.
Por el Hno. Mariosvaldo Florentino, OFMCap.
"El Reino de Dios se parece a un hombre que hecha semilla en la tierra, y mientras duerme y sin saber cómo, ella crece…” Mc 4, 26-27.
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Primera Lectura: 2Samuel 11,1-4a.5-10a.13-17
"Me has despreciado, quedándote con la mujer de Urías"
Al año siguiente, en la época en que los reyes van a la guerra, David envió a Joab con sus oficiales y todo Israel, a devastar la región de los amonitas y sitiar a Rabá. David, mientras tanto, se quedó en Jerusalén; y un día, a eso del atardecer, se levantó de la cama y se puso a pasear por la azotea del palacio, y desde la azotea vio a una mujer bañándose, una mujer muy bella. David mandó a preguntar por la mujer, y le dijeron: "Es Betsabé, hija de Alián, esposa de Urías, el hitita." David mandó a unos para que se la trajesen. Después Betsabé volvió a su casa, quedó encinta y mandó este aviso a David: "Estoy encinta." Entonces David mandó esta orden a Joab: "Mándame a Urías, el hitita." Joab se lo mandó. Cuando llegó Urías, David le preguntó por Joab, el ejército y la guerra. Luego le dijo: "Anda a casa a lavarte los pies." Urías salió del palacio, y detrás de él le llevaron un regalo del rey. Pero Urías durmió a la puerta del palacio, con los guardias de su señor; no fue a su casa.
Avisaron a David que Urías no había ido a su casa. Al día siguiente, David lo convidó a un banquete y lo emborrachó. Al atardecer, Urías salió para acostarse con los guardias de su señor, y no fue a su casa. A la mañana siguiente, David escribió una carta a Joab y se la mandó por medio de Urías. El texto de la carta era: "Pon a Urías en primera línea, donde sea más recia la lucha, y retiraos dejándolo solo, para que lo hieran y muera." Joab, que tenía cercada la ciudad, puso a Urías donde sabía que estaban los defensores más aguerridos. Los de la ciudad hicieron una salida, trabaron combate con Joab y hubo bajas en el ejército entre los oficiales de David; murió también Urías, el hitita.
Salmo responsorial: 50
"Misericordia, Señor: hemos pecado..
Misericordia, Dios mío, por tu bondad, / por tu inmensa compasión borra mi culpa; / lava del todo mi delito, / limpia mi pecado." R.
Pues yo reconozco mi culpa, / tengo siempre presente mi pecado: / contra ti, contra ti solo pequé, / cometí la maldad que aborreces." R.
En la sentencia tendrás razón, / en el juicio resultarás inocente. / Mira, en la culpa nací, / pecador me concibió mi madre." R.
Hazme oír el gozo y la alegría, / que se alegren los huesos quebrantados. / Aparta de mi pecado tu vista, / borra en mí la culpa." R.
Evangelio: Marcos 4,26-34
"Echa simiente, duerme, y la semilla va creciendo sin que él sepa cómo"
Pues yo reconozco mi culpa, / tengo siempre presente mi pecado: / contra ti, contra ti solo pequé, / cometí la maldad que aborreces." R.
En la sentencia tendrás razón, / en el juicio resultarás inocente. / Mira, en la culpa nací, / pecador me concibió mi madre." R.
Hazme oír el gozo y la alegría, / que se alegren los huesos quebrantados. / Aparta de mi pecado tu vista, / borra en mí la culpa." R.
Evangelio: Marcos 4,26-34
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "El reino de Dios se parece a un hombre que echa simiente en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo la cosecha ella sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega."
Dijo también: "¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después brota, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros pueden cobijarse y anidar en ellas." Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.
Dijo también: "¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después brota, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros pueden cobijarse y anidar en ellas." Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.
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