martes, 11 de octubre de 2016

Reflexión diaria del Evangelio

REFLEXIÓN DIARIA DEL EVANGELIO.

Martes 11 de octubre de 2016

"NO NOS PREOCUPEMOS TANTO POR SÓLO APARENTAR."

La preocupación sólo por las apariencias es un problema muy antiguo. El maquillaje puede hacer que un rostro parezca feliz pero no puede borrar la amargura o el dolor del corazón, ni llenar el alma de paz y serenidad. Es muy cierto que todos nos fijamos primero en las apariencias, pero no nos quedamos en ella: necesitamos descubrir lo que hay por dentro. Y ¡cuántas veces nos llenamos de decepción! Cuidemos nuestro corazón. Limpiémoslo de los odios, vicios, celos, envidias, mezquindades y arrogancias… Así nuestra belleza no será una farsa. Paz y bien.

Por el Hno. Mariosvaldo Florentino, OFMCap.


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"Así son ustedes, los fariseos: purifican por fuera la copa y el plato, y por dentro están llenos de voracidad y perfidia." (Lc 11, 39)
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Primera Lectura: Gálatas 5, 1-6
"Da lo mismo estar circuncidado o no; lo único que cuenta es una fe activa en la práctica del amor."

Hermanos: Para vivir en libertad, Cristo nos ha liberado.

Por tanto, manteneos firmes, y no os sometáis de nuevo al yugo de la esclavitud.

Mirad lo que os digo yo, Pablo: si os circuncidáis, Cristo no os servirá de nada. Lo afirmo de nuevo: el que se circuncida tiene el deber de observar la ley entera. Los que buscáis la justificación por la ley habéis roto con Cristo, habéis caído fuera del ámbito de la gracia.

Para nosotros, la esperanza de la justificación que aguardamos es obra del Espíritu, por medio de la fe, pues, en Cristo Jesús, da lo mismo estar circuncidado o no estarlo; lo único que cuenta es una fe activa en la práctica del amor.

Salmo responsorial: 118
"Señor, que me alcance tu favor."

Señor, que me alcance tu favor, / tu salvación según tu promesa.  R.

No quites de mi boca las palabras sinceras, / porque yo espero en tus mandamientos.  R.

Cumpliré sin cesar tu voluntad, / por siempre jamás.  R.

Andaré por un camino ancho, / buscando tus decretos.  R.

Serán mi delicia tus mandatos, / que tanto amo.  R.

Levantaré mis manos hacia ti / recitando tus mandatos.  R.

Evangelio: Lucas 11, 37-41
Dad limosna, y lo tendréis limpio todo."

En aquel tiempo, cuando Jesús terminó de hablar, un fariseo lo invitó a comer a su casa. Él entró y se puso a la mesa. Como el fariseo se sorprendió al ver que no se lavaba las manos antes de comer, el Señor le dijo: "Vosotros, los fariseos, limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro rebosáis de robos y maldades.

¡Necios! El que hizo lo de fuera, ¿no hizo también lo de dentro? Dad limosna de lo de dentro, y lo tendréis limpio todo."
 


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