martes, 7 de junio de 2016

Reflexión diaria del Evangelio

REFLEXIÓN DIARIA DEL EVANGELIO.

Martes 07 de junio de 2016

"USTEDES SON LA SAL DE LA TIERRA"

En mi ambiente (familia, vecindario, trabajo, colectivo…) debo dar sabor a la vida de las personas, con mis palabras, con mis gestos, con mis iniciativas de caridad, de perdón o de oración. Donde hay un cristiano todos deberían sentir que la vida es más sabrosa. Sin embargo, a veces nuestra presencia trae peleas, divisiones, chismes y disputas… en ese caso, no soy sal, sino veneno. Es muy triste cuando esto sucede, pues si la sal se vuelve sosa hay que tirarla. Seamos sal en donde estemos. Demos sabor. Y como ella, desaparezcamos pues en la comida sólo se siente el sabor pero ya no la vemos. Paz y bien.

Por el Hno. Mariosvaldo Florentino, OFMCap.


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"Ustedes son la sal de la tierra." (Mt 5, 13)
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Primera Lectura: 1Reyes 17, 7-16
"La orza de harina no se vació, como lo había dicho el Señor por medio de Elías"

En aquellos días, se secó el torrente donde se había escondido Elías, porque no había llovido en la región.

Entonces el Señor dirigió la palabra a Elías: "Anda, vete a Sarepta de Fenicia a vivir al1í; yo mandaré a una viuda que te dé la comida."

Elías se puso en camino hacia Sarepta, y, al llegar a la puerta de la ciudad, encontró allí a una viuda que recogía leña. La llamó y le dijo: "Por favor, tráeme un poco de agua en un jarro para que beba."

Mientras iba a buscarla, le gritó: "Por favor, tráeme también en la mano un trozo de pan."

Respondió ella: "Te juro por el Señor, tu Dios, que no tengo ni pan; me queda sólo un puñado de harina en el cántaro y un poco de aceite en la alcuza. Ya ves que estaba recogiendo un poco de leña. Voy a hacer un pan para mí y para mi hijo; nos lo comeremos y luego moriremos."

Respondió Elías: "No temas. Anda, prepáralo como has dicho, pero primero hazme a mí un panecillo y tráemelo; para ti y para tu hijo lo harás después.

Porque así dice el Señor, Dios de Israel: "La orza de harina no se vaciará, la alcuza de aceite no se agotará, hasta el día en que el Señor envíe la lluvia sobre la tierra.""

Ella se fue, hizo lo que le había dicho Elías, y comieron él, ella y su hijo.

Ni la orza de harina se vació, ni la alcuza de aceite se agotó, como lo había dicho el Señor por medio de Elías.

Salmo responsorial: 4
"Haz brillar sobre nosotros, Señor, / la luz de tu rostro."

Escúchame cuando te invoco, Dios, defensor mío; / tú que en el aprieto me diste anchura, / ten piedad de mí y escucha mi oración. / Y vosotros, ¿hasta cuándo ultrajaréis mi honor, / amaréis la falsedad y buscaréis el engaño?   R.
Sabedlo: el Señor hizo milagros en mi favor, / y el Señor me escuchará cuando lo invoque. / Temblad y no pequéis, / reflexionad en el silencio de vuestro lecho.   R.
Hay muchos que dicen: "¿Quién nos hará ver la dicha, / si la luz de tu rostro ha huido de nosotros?" / Pero tú, Señor, has puesto en mi corazón más alegría / que si abundara en trigo y en vino.   R.

Evangelio: Mateo 5, 13-16
"Vosotros sois la luz del mundo"

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una vela para meterla debajo de un celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Alumbre así vuestra luz a los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en el cielo".



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