miércoles, 6 de enero de 2021

LOS SALMOS, TITULO-NUMERACIÓN-CLASIFICACIÓN


   

El Libro de los salmos es el más leído y meditado de toda la Biblia, sea por el pueblo Israelita, como por los cristianos. 

En los salmos están resumidos, en forma orante y litúrgica, la historia, la teología, la literatura, la vida y los sentimientos del pueblo de Israel, expresando las situaciones del hombre de todos los tiempos. Por eso que la Iglesia ha hecho de ellos su expresión de oración oficial y litúrgica. Y nada mejor que orar con los salmos, porque con ellos "hablamos de Dios, a Dios, con las palabras de Dios". 

Sin embargo, tenemos que decir que orar con los salmos no es fácil. Algunos son de fácil lectura y oración porque expresan sentimientos personales, comunes al hombre de todos los tiempos. Otros reflejan los ritos, la cultura, la moral y las costumbres mentales de un pueblo lejano a nuestra sensibilidad. 

Se hace necesario, pues, para gustar de estas oraciones, introducirnos al estudio de los salmos, saber de su origen, de sus motivaciones, de sus géneros literarios.

Título y la numeración

El nombre "Salmo" traducido del latín, significa un poema cantado, con acompañamiento de un instrumento musical. De hecho la mayoría de las oraciones del libro, antiguamente eran cantadas y acompañadas con instrumentos musicales. 

Cada salmo es numerado, del 1 al 150. si recorres la numeración en tu Biblia, hasta el salmo No. 9 no tenemos ninguna dificultad. Pero desde el salmo 10 hasta el 147 nos encontramos con una doble numeración, una de ellas entre paréntesis. ¿Por qué? La diferencia se debe a una diversa numeración entre la versión hebrea y la versión griego - latina (LXX y Vulgata). La versión hebrea va delante de 1 unidad y su numeración es la que está primera fuera del paréntesis. 

Esta diferente numeración suele causar confusión cuando se trata de comprobar la cita de los salmos. Aquí usaremos siempre la numeración del texto hebreo.  
 
Clasificación de los salmos

Formación y división del Salterio. 

El libro de los salmos es la colección de las 150 oraciones que tienen una larga historia, nacieron seguramente en las ocasiones más diversas: Un momento de angustia, una fiesta de coronación de un rey, etc. Es importante saber que todos los salmos, aunque escritos en singular, eran destinados a la oración de la comunidad, y muy pronto fueron integrados al culto litúrgico del pueblo elegido. 

Nos interesa clasificar los 150 salmos de una manera que nos ayude a entenderlos mejor. En el libro de los salmos encontramos oraciones de varios géneros, nacidas de las más diversas situaciones de vida, individuales o colectivas. Para comprender pues, mejor un salmo, tendremos que remontarnos al acontecimiento inicial que lo motivó. Solamente conociendo esa situación podremos entender, porque un salmo expresa alegría o rebelión, esperanza o desilusión, dolor o paz profunda. 

Entre varias divisiones que siguen los estudiosos, se prefirió seguir este esquema: 

1. Himnos 
• 1.1 Himnos de Alabanza 
• 1.2 Himnos de la Realeza del Señor 
• 1.3 Cánticos de Sión. 

2. Salmos individuales 
• 2.1 Salmos de Súplica 
• 2.2 Salmos de Acción de Gracias 
• 2.3 Salmos de Confianza 
 
3. Salmos Colectivos 
• 3.1 Súplicas Colectivas 
• 3.2 Acción de Gracias Colectivas 
• 3.3 Confianza Colectiva 

4. Salmos Reales 

5 Salmos Didácticos 
• 5.1 Liturgias 
• 5.2 Exhortaciones Proféticas 
• 5.3 Salmos Históricos 
• 5.4 Salmos Sapienciales. 

Vamos a explicar cada una de estas partes, mientras se aconseja que vayas leyendo uno a uno de los salmos que vamos nombrando en los distintos tipos. 

1 HIMNOS 

Los himnos son cánticos en tono de triunfo o de gozo, donde se celebra a Dios creador y salvador que obra maravillas en la historia y en la vida del pueblo. 

1.1 Himnos de Alabanza 

Después de una invitación gozosa a cantar, alegrarse, celebrar a Dios, se motiva la alabanza, la grandeza de Dios, sus obras prodigiosas en la naturaleza o en la historia, su benevolencia especial con su pueblo. 

Podemos reunir en este tipo, los siguientes salmos: 8; 19, 1-7; 100; 103; 104; 105; 111; 113; 114; 117; 135; 136; 145; 148; 150. 

Algunos de estos salmos son muy rezados en la liturgia cristiana y pueden motivar fácilmente nuestra oración de alabanza. Son de fácil comprensión y abren nuestro corazón a una oración profunda, que celebra la bondad de Dios en la creación y en nuestra historia. 

1.2 Himnos a la Realeza del Señor (Salmos del Reino). 

Estos salmos ensalzan a Dios como Rey, celebran su Señorío sobre el mundo y sobre el pueblo escogido. Dios es alabado como Señor de la creación (29) y el universo (24) Rey de las naciones (47) y de su pueblo (68). 

Hacer oración con estos salmos es algo más difícil; nuestra sensibilidad cristiana moderna prefiere sentir a Dios como Padre y Amigo, más que rey y Señor poderoso. 

Sin embargo, podemos a través de ellos expresar nuestra fe en la grandeza de Dios, Señor y rey de la historia humana, y a la vez Señor de la creación y del tiempo.

1.3 Himno - Cánticos de Sión

El motivo de estos salmos es celebrar la ciudad de Jerusalén (llamada también Sión, centro del culto y de la fe del pueblo). Ensalza la Ciudad Santa, como el lugar privilegiado en donde Dios se da a conocer. 

Podemos reconocer en estos cánticos una dimensión histórica, o sea la Jerusalén que fue siempre el centro del culto hebreo (recordemos a María, José y Jesús que suben a Jerusalén cada año) y una dimensión escatológica, por la cual la ciudad toma un significado universal de "ciudad mesiánica", "La Iglesia", "Reino de Dios", al cual afluirán todos los pueblos. 

Hacen parte de esta clase de salmos: 46; 48; 76; 84; 122; 132 Seguramente el más conocido de estos cánticos es el salmo 122: "Que alegría cuando me dijeron, vamos a la casa del Señor", que la Iglesia nos hace orar y cantar frecuentemente en la liturgia. 

2 SALMOS INDIVIDUALES

La mayoría de los salmos pertenecen a esta clase: Son oraciones que un individuo hace a Dios, expresando su súplica, agradecimiento o su confianza en el poder de Yahvéh. 

Como ya se dijo anteriormente, aunque su origen fuesen oraciones personales, también estos salmos se rezaban comunitariamente, eran parte de la oración de todo el pueblo en el culto, en un marco claramente litúrgico. 

2.1 Salmos individuales de Súplica 

El término no necesita mucha explicación: El salmista se ve en apuro e invoca a Dios para que le ayude. 

Las situaciones del orante son las más diversas: algunas veces está enfermo (88, 102), otras veces se siente perseguido, pecador, etc. Dentro de estas situaciones hay peticiones de perdón (51). Algunos salmos piden vivir la alianza sin aclarar nada sobre su situación (25; 26; 119). 

Dentro de esta agrupación toman importancia los llamados "salmos penitenciales", un grupo de salmos que usamos mucho en la Iglesia para expresar nuestros sentimientos de arrepentimiento y de penitencia. 

Podemos incluir en este género los salmos: 3,15; 6; 7; 10; 13; 17; 22; 25; 26; 28; 31; 35; 36; 38; 39; 42; 43; 51; 54; 55; 57; 59; 61; 63; 64; 69; 70; 86; 88; 102; 109; 120; 130; 140; 141; 142; 143. 

Para nuestra oración este tipo de salmos son una fuente inagotable de inspiración, en los momentos de dolor, agravio, tristeza, etc. 

En tu lectura habrás notado seguramente como el salmista no limita su oración a pedir favores, sino que teje sus peticiones con sentimientos de alabanza, seguridad y confianza en Dios, y normalmente termina con una oración de abandono en el Señor o de acción de gracias. Definitivamente estas súplicas son una escuela para nuestra oración. 

Nota importante: 
Puede extrañarnos, en estos salmos de súplicas, algunas frases contra los enemigos, que son verdaderamente fuertes y anti-cristianas (ejemplo salmo 109). 

Esto se aplica con la mentalidad del AT que aún vivía con la ley del "ojo por ojo" y no había recibido como nosotros, la nueva ley del amor a través de Jesús. 

Leyendo estos versículos lejos de escandalizarnos, entendemos mejor la paciencia de Dios con su pueblo, su pedagogía divina en educar a la humanidad, no a la fuerza, sino respetando el ritmo lento de perfeccionamiento en una comunidad humana, y esto no merma absolutamente el valor de orar con los salmos. 

Cuando lleguemos a frases semejantes, actualicemos nuestros sentimientos, en consonancia con el perdón de Jesús, sabiendo también que Jesús mismo oraba con las mismas palabras de esos salmos.

2.2 Salmos individuales de Acción de Gracias 

Dios multiplica sus beneficios en cada uno de nosotros. Es normal que le agradezcamos. De allí toman pie estos salmos. 

Predomina en ellos el sentimiento de alabanza y agradecimiento que consiste en RECONOCER la bondad y superioridad de Dios, que ha intervenido maravillosamente en lo que el salmista le pidió y reconocer al mismo tiempo la propia fragilidad y pobreza espiritual. 

En esta categoría ponemos los salmos: 9; 10, 30; 34; 40; 41; 92; 107; 116; 138.

2.3 Salmos individuales de Confianza 

Como el nombre lo indica, el salmista se pone a la presencia de Dios, explayándose en expresar sus sentimientos de confianza en su bondad, justicia y poder. Contrapone sus palabras de fe, de piedad y amor a Dios, frente a las palabras blasfemas o insultantes de los impíos. Se alegra de haber confiado en Dios y muestra su apego a la ley y al templo. 

Son de este tipo los salmos: 4; 11; 16; 23; 27; 62; 121; 131. 

Para nuestra oración, los salmos de confianza son muy importantes: Con ellos pacificamos nuestro interior, nos abandonamos en el Señor, y ratificamos nuestra seguridad en Dios, contra las falsas seguridades que ofrece el mundo.

3 SALMOS COLECTIVOS

Son oraciones donde el protagonista no es el individuo, sino el "nosotros", "la nación", "el pueblo elegido".  

3.1 Súplicas o lamentaciones Colectivas 

Son los salmos que brotan de una situación de guerra, hambre, peste, sequía, destierro u opresión, que padece todo el pueblo. En tales circunstancias la comunidad acude al santuario, para exponer sus quejas y pedir liberación. 

Podemos clasificar como súplicas colectivas los siguientes salmos: 

12; 4; 58; 60; 74; 77; 79; 80; 82; 85; 90; 94; 106; 108; 123; 126; 137. 

Para la oración cristiana, estos salmos son muy actuales: nos urgen a salir de nuestro individualismo. Cuando oramos nos sentimos parte de una comunidad, nos proponen orar en nombre de todo el pueblo, tomando conciencia de la realidad que nuestro pueblo está sintiendo y sufriendo. 

3.2 Acción de Gracias Colectivas 

Es todo el pueblo que en estas oraciones recuerda, admirado, los favores que acaba de recibir y agradece por el poder de Dios desplegado a favor de su pueblo (124) y de todos los pueblos (67). 

Es muy claro aquí más que en los salmos individuales, el tono litúrgico de los "sacrificios de acción de gracias", usuales en todo el culto bíblico. 

Podemos catalogar aquí los salmos: 65; 66; 67; 118; 124.

3.3 Salmos Colectivos de Confianza 

En estos salmos todo el pueblo declara que Dios es su única seguridad, meditando sea en lo que Yahvéh ha hecho para su pueblo, sea en la necedad de los pueblos que siguen falsos dioses. 

Son de este tipo los salmos: 115; 125; 129. 

4 SALMOS REALES

Un pequeño número de salmos se llaman con este nombre, porque tienen como tema y situación original la persona del rey, su entronización (2; 72; 110), su matrimonio (45), su victoria en la guerra ( 18; 21), o simplemente un oráculo de bendición y victoria (20).  

Sabemos que el rey tenía en Israel una función sagrada y era el intermediario entre Dios y su pueblo. La personalidad que del rey destacan estos salmos pues se refiere, sí al histórico, pero en sentido pleno hablan y cantan al Mesías, o Cristo. 

Jesús mismo refiere a su persona algunos versículos de estos salmos. 

En esta categoría ponemos los salmos: 2; 18; 20; 21; 45; 72; 89; 101; 110; 132. 

De todas las categorías, quizás estos salmos reales son los más áridos en la oración cristiana actual. Sin embargo, los podemos hacer materia de oración pensando que estamos ensalzando y alabando la realeza de Cristo.

5 SALMOS DIDÁCTICOS

Recogemos en este género a un grupo de salmos que tienen el común interés de ENSEÑAR.  

5.1 Salmos Litúrgicos

Aunque, como sabemos, todos los salmos tienen carácter de culto y su ambiente natural era la liturgia, denominaremos "liturgias" en especial a unos salmos que muestran las celebraciones que se hacían en la puerta del Templo de Jerusalén, en un estilo coral, dentro del culto del templo. 

Catalogamos en este género los salmos: 15; 24 y muchos de los salmos de alabanza coral, que eran cantados en las liturgias colectivas. 

5.2 Salmos Exhortaciones Proféticas

Los llamamos así porque se parecen mucho al estilo y formas de los profetas: con ocasión de alguna reunión del pueblo, un profeta toma la palabra para acusar a los impíos o enseña como alejarse de ellos. 

Son los salmos: 14; 50; 52; 53; 75; 81; 95. 

5.3 Salmos Históricos

Hay tres salmos que se clasifican así porque toman la historia del pueblo como una catequesis para la vida. 

Estos salmos son: 78; 105; 106.

5.4 Salmos Sapienciales

Estos salmos, en forma poética, enseñan a reflexionar sobre la experiencia de vida concreta, dirigen en el camino de la vida. Sus temas característicos son: los caminos de la felicidad, la ley, la Alianza, los principios de conducta moral, el problema de la retribución, etc. 

En general son salmos escritos en época tardía, post-exílica.

Con este tema sapiencial son los salmos: 1; 19, 8-14; 37; 49; 73; 91; 112; 119; 127; 128; 133; 139. 

Para nuestra oración cristiana, estos últimos salmos se pueden utilizar para momentos de reflexión y meditación sobre la vida.

CONCLUSIÓN 
A través de la lectura de alguno de estos salmos, nos damos cuenta que son una verdadera escuela de donde aprendemos a orar. Ellos nos muestran a Dios vivo como el Señor y el amigo siempre cerca, dispuesto a renovar su alianza y su ayuda. Ellos nos ponen en contacto con todo el mundo pasado y presente, y llegan al corazón de nuestra vida, de nuestros problemas, de nuestras necesidades.

La clasificación que se ha hecho, nos será útil especialmente para nuestra oración personal, para poder escoger el salmo apropiado en un determinado momento o estado de ánimo en que nos encontremos. 

Será bueno, pues, que señales en tu Biblia, cerca de cada salmo, el tema o sentimiento que expresa, subrayando aquellos salmos que te parecen más ricos y cercanos a tu sensibilidad, para poder acudir a ellos con facilidad en el momento que necesites.   


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