viernes, 5 de agosto de 2016

Reflexión diaria del Evangelio

REFLEXIÓN DIARIA DEL EVANGELIO.

Viernes 05 de agosto de 2016

"BUSQUEMOS CULTIVAR LOS TESOROS DEL CIELO"

Cuántas veces construimos nuestras metas pensando sólo en nuestra existencia terrena: títulos, carrera, posesiones, fama, viajes… y, a veces, sin importar si para conseguirlos estamos pisando a los demás. Pero todas estas cosas son pasajeras y terminarán con nuestra muerte. Aunque los bienes puedan ayudarnos en la vida presente, nunca debemos perder de vista la eternidad. Lo que cuenta para la vida verdadera no son las cosas que aquí se quedan, sino el amor, la caridad, el servicio… estos son los tesoros que la muerte no puede destruir y que nos ayudarán a conquistar el cielo. Paz y bien.

Por el Hno. Mariosvaldo Florentino, OFMCap.


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"¿De qué le vale a un hombre ganar el mundo entero si pierde su vida?." (Mt 16, 26)
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Primera Lectura: Nahún 2, 1. 3; 3, 1-3. 6-7
"Ay de la ciudad sangrienta."

Mirad sobre los montes los pies del heraldo que pregona la paz, festeja tu fiesta, Judá; cumple tus votos, porque el criminal no volverá a pasar por ti, pues ha sido aniquilado. Porque el Señor restaura la gloria de Jacob y la gloria de Israel; lo habían desolado los salteadores, habían destruido sus sarmientos.

Ay de la ciudad sangrienta, toda ella mentirosa, llena de crueldades, insaciable de despojos. Escuchad: látigos, estrépito de ruedas, caballos al galope, carros rebotando, jinetes al asalto, llamear de espadas, relampagueo de lanzas, muchos heridos, masas de cadáveres, cadáveres sin fin, se tropieza en cadáveres. Arrojaré basura sobre ti, haré de ti un espectáculo vergonzoso. Quien te vea se apartará de ti, diciendo: "Desolada está Nínive, ¿quién lo sentirá?; ¿dónde encontrar quien te consuele?"

Interleccional: Deuteronomio 32
"Yo doy la muerte y la vida.".

El día de su perdición se acerca / y su suerte se apresura, / porque el Señor defenderá a su pueblo / y tendrá compasión de sus siervos.    R.

Pero ahora mirad: yo soy yo, / y no hay otro fuera de mí; / yo doy la muerte y la vida, / yo desgarro y yo curo.    R.

Cuando afile el relámpago de mi espada / y tome en mi mano la justicia, / haré venganza del enemigo / y daré su paga al adversario.    R.

Evangelio: Mateo 16, 24-28
¿Qué podrá dar un hombre para recobrar su vida?"

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: El que quiera venirse conmigo, que se niegue s sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Si uno quiere salvar su vida, la perderá; pero el que la pierda por mí la encontrará. ¿De qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿O qué podrá dar para recuperarla?

Porque el Hijo del hombre vendrá entre sus ángeles, con la gloria de su Padre, y entonces pagará a cada uno según su conducta. Os aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin antes haber visto llegar al Hijo del hombre con majestad."
 



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