domingo, 17 de abril de 2016

Reflexión diaria del Evangelio

REFLEXIÓN DIARIA DEL EVANGELIO.

Domingo 17 de abril de 2016

"RECONOZCAMOS EL MISTERIO DEL AMOR DE DIOS"

También nosotros estamos invitados en este domingo a escuchar a Cristo resucitado que nos repite a cada uno: "Yo soy tu buen Pastor. Y estoy dispuesto a sufrir todo de nuevo por ti. Soy capaz de dar mi vida para que seas feliz. Nadie me obliga, pero con el amor que te tengo, no puedo cruzar los brazos y dejarte. No quiero perder a ninguno de los que el Padre me dio.”. Paz y bien.

Por el Hno. Mariosvaldo Florentino, OFMCap.


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“Mis ovejas conocen mi voz y yo las conozco a ellas. Ellas me siguen y yo les doy la vida eterna." (Jn 10, 27).

¡Querido hermano, querida hermana, Paz y Bien!

Después de la muerte y resurrección de Jesús, la vida de sus discípulos no podía ser la misma. Ellos ahora sabían que Jesús es el Señor, que es el Dios viviente y todopoderoso. Todas las cosas que él había dicho antes: sus promesas, sus enseñazas, sus mandamientos... tienen mucho más sentido y valor. La luz de la resurrección de Cristo iluminaba todo el pasado que ellos habían vivido juntos y ven perspectivas muy bonitas y desafiantes para el futuro.

Ciertamente fue muy reconfortante para los discípulos recordar que Jesús había dicho "yo soy el Buen Pastor". Ahora que ya había pasado todo (la pasión, la cruz, la muerte, la sepultura y su gloriosa resurrección), ellos podían entender mejor lo que significaban aquellas palabras, antes tan enigmáticas: "El buen pastor da su vida por sus ovejas." o "yo mismo doy mi vida, y la volveré a tomar.".
En la época de Jesús, todos estaban acostumbrados con los pastores. Ellos sabían que muchos pastores trabajaban solamente por la plata, y que jamás correrían peligro por sus ovejas. Sabían que muchos pastores eran incapaces de renunciar a alguna comodidad, para salir a buscar una oveja que se había extraviado. Sabían también que hasta los mejores pastores cuidaban las ovejas por interés, para tener lana, para tener leche, para tener un día la carne, pues nadie hacía este trabajo sólo por amor a las ovejas. Por todo esto, las palabras de Jesús cuando fueron dichas, antes de su misterio pascual, no tenían mucho sentido. Jesús les hablaba de un modo de ser pastor, como ellos nunca habían visto antes. No podían ni imaginar que un pastor pudiera dar la vida por sus ovejas, esto era simplemente un absurdo, un hombre vale mucho más que estos animales. Así como no les era concebible pensar en la posibilidad que un Dios pudiera aceptar ser torturado y ser muerto para salvar a los hombres.

Por eso, yo me imagino la consolación y la fuerza que sintieron los apóstoles cuando empezaron a recordar las palabras de Jesús.

También nosotros estamos invitados en este domingo a escuchar a Cristo resucitado que nos repite a cada uno: "Yo soy tu buen Pastor. Y estoy dispuesto a sufrir todo de nuevo por ti. Soy capaz de dar mi vida para que seas feliz. Nadie me obliga, pero con el amor que te tengo, no puedo cruzar los brazos y dejarte. No quiero perder a ninguno de los que el Padre me dio."

Pero, por otro lado, los discípulos se sentían comprometidos con este Señor. No era solamente un recuerdo sentimental, que dejaba todo igual. Ellos querían escuchar la voz de este Buen Pastor. Ellos querían seguir sus pasos. Ellos querían tener ya la vida eterna. Y lo hicieron con mucha fuerza y decisión

¿Y nosotros?

El Señor te bendiga y te guarde, 
El Señor haga brillar su rostro y tenga misericordia de ti. 
El Señor vuelva su mirada cariñosa y te dé la PAZ.
Hno. Mariosvaldo Florentino, capuchino.
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Primera Lectura: Hechos de los apóstoles 13, 14. 43-52
"Sabed que nos dedicamos a los gentiles"

En aquellos días, Pablo y Bernabé desde Perge siguieron hasta Antioquía de Pisidia; el sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento.

Muchos judíos y prosélitos practicantes se fueron con Pablo y Bernabé, que siguieron hablando con ellos, exhortándolos a ser fieles a la gracia de Dios.

El sábado siguiente, casi toda la ciudad acudió a oír la palabra de Dios. Al ver el gentío, a los judíos les dio mucha envidia y respondían con insultos a las palabras de Pablo.

Entonces Pablo y Bernabé dijeron sin contemplaciones: "Teníamos que anunciaros primero a vosotros la palabra de Dios; pero como la rechazáis y no os consideráis dignos de la vida eterna, sabed que nos dedicamos a los gentiles. Así nos lo ha mandado el Señor: "Yo te haré luz de los gentiles, para que lleves la salvación hasta el extremo de la tierra.""

Cuando los gentiles oyeron esto, se alegraron y alababan la palabra del Señor; y los que estaban destinados a la vida eterna creyeron.

La palabra del Señor se iba difundiendo por toda la región. Pero los judíos incitaron a las señoras distinguidas y devotas y a los principales de la ciudad, provocaron una persecución contra Pablo y Bernabé y los expulsaron del territorio.

Ellos sacudieron el polvo de los pies, como protesta contra la ciudad, y se fueron a Iconio. Los discípulos quedaron llenos de alegría y de Espíritu Santo .

Salmo responsorial: 99
(Escuchar el salmo y descargar mp3) Mp3




"Nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño.".

Aclama al Señor, tierra entera, servid al Señor con alegría, entrad en su presencia con vítores. R.

Sabed que el Señor es Dios: que él nos hizo y somos suyos, su pueblo y ovejas de su rebaño. R.

"El Señor es bueno, su misericordia es eterna, su fidelidad por todas las edades." R.

Segunda Lectura: Apocalipsis 7, 9. 14b-17
"El Cordero será su pastor, y los conducirá hacia fuentes de aguas vivas"

Yo, Juan, vi una muchedumbre inmensa, que nadie podría contar, de toda nación, raza, pueblo y lengua, de pie delante del trono y del Cordero, vestidos con vestiduras blancas y con palmas en sus manos.

Y uno de los ancianos me dijo:

- "Éstos son los que vienen de la gran tribulación: han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero.

Por eso están ante el trono de Dios, dándole culto día y noche en su templo.

El que se sienta en el trono acampará entre ellos.

Ya no pasarán hambre ni sed, no les hará daño el sol ni el bochorno. Porque el Cordero que está delante del trono será su pastor, y los conducirá hacia fuentes de aguas vivas.

Y Dios enjugará las lágrimas de sus ojos."

Evangelio: Juan 10, 27-30
"Yo doy la vida eterna a mis ovejas"

En aquel tiempo, dijo Jesús: "Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano.

Mi Padre, que me las ha dado, supera a todos, y nadie puede arrebatarlas de la mano del Padre.

Yo y el Padre somos uno."

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