miércoles, 23 de diciembre de 2015

¿HICISTE LA ORACIÓN DE SALVACIÓN?

¿HICISTE YA LA ORACIÓN DE SALVACIÓN? ¿NO? 
¡¡PUES NO ERES SALVO Y SE ACABO!!

Los Protestantes se han hecho un dogma basado en Romanos 10,9 para inventar la llamada “Oración de salvación” donde la persona dice que “confiesa que Jesús es el Señor”, después de hecho esto los protestantes declaran que esa persona es salva, como los católicos no hacemos eso nos consideran no salvos. Como casi todo lo de ellos esto es una manipulación Bíblica y la utilizan porque al no tener Sacramentos, tienen que hacer algo tangible para estar seguros de su salvación, pero hagamos una breve reflexión…. 

Esta cita que usan ellos está tomada de la traducción Reina Valera y dice así: Romanos 10, 9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 

Esto suena muy bien y algunos católicos se confunden pero ante todo, la Reyna Valera es una pésima traducción y así tenemos que el web protestante “Embajada del Reino” en su tema “38 Razones para no usar la Reina Valera 1960 (RV60)” llama la atención de que este versículo está mal traducido.

¿Cómo dice el original traducido del Griego?, pues dice así: Romanos 10, 9 ““si confesares con tu boca al Señor Jesús…” esto cambia todo, no está dando una orden de algo que hay que hacer para ser salvo, está expresando un deseo de que todo cristiano confiese a Jesús. Notar que en muchas Biblias Católicas lo dicen de la forma errónea también. Curiosamente hasta la Revisión de 1909 de la Reyna Valera lo decía de la forma correcta, a partir de esta fecha surgió el dogma protestante de la Oración de Salvación, cosa no conocida en siglos anteriores por ellos. 

La Biblia Nácar Colunga lo dice correctamente: “Porque si confesares con tu boca al Señor Jesús y creyeres en tu corazón que Dios le resucitó de entre los muertos, serás salvo.” 

¿Que dice realmente el original en Griego? Romanos 10. 9 οτι→Porque εαν→si alguna vez οµολογησης→declaras 
públicamente εν→en τω→la στοµατι→boca σου→de ti κυριον→Señor
ιησουν→Jesús και→y πιστευσης→confíes εν→en τη→el καρδια→corazón
σου→de ti οτι→que ο→el θεος→Dios αυτον→a él ηγειρεν→levantó
εκ→fuera de νεκρων→muertos σωθηση→serás librado. 

Tristemente ya la revisión de la Reina Valera de 1960 se altera para ajustar la Palabra de Dios al nuevo “Dogma surgido” en esta revisión el peso del versículo se ve alterado. En griego y en todas las traducción tradicionales, Jesús es el Señor y nosotros lo confesamos, o sea lo PROCLAMAMOS. Se confiesa a Jesús, quien de por sí el Señor. 

En la revisión de 1960 nosotros somos los que confesamos que Jesús es el Señor. Puede parecer similar pero no lo es. Acá es lo que confiesas (tu idea) no A QUIEN confiesas (la realidad de que Jesús es Señor) 

Tenemos que tener en cuenta para entender este pasaje que los primeros cristianos iban a la muerte CONFESANDO que el Jesús y NO el Cesar era Kyrios, es en este sentido que San Pablo se lo declara a la Iglesia de Roma, no es un rito a realizar para ser salvo, es un llamado a los Romanos a NO negar a Jesús. La misma estructura de esta carta te indica los términos para la Salvación:
- CONVICCIÓN DE PECADO, Romanos 3 10, 23
- JUSTIFICACIÓN, Romanos 3 24,27
- BAUTISMO, Romanos 6 3,6
- SANTIFICACIÓN Romanos 6, 12,22
- TESTIMONIO, Romanos 9,10 

No es una oración fácil y rápida, San Pablo propone un camino de Santidad compuesto por muchos pasos a seguir por el que se encuentra con Jesús Señor. 

La palabra «CONFESAR» proviene del griego “homologeo” tiene la connotación de «una responsable declaración pública por la cual se establece una relación legal mediante un contrato». Homologeo significa: igual manera de pensar o estar de acuerdo, por lo que en este caso “Confesar” quiere decir que sabemos, creemos y ESTAMOS DE ACUERDO que Jesús es el Señor porque hemos sido Bautizados, hemos sido JUSTIFICADOS, dejamos que el Espíritu Santo nos JUSTIFIQUE y por eso damos TESTIMONIO hasta con nuestra vida si es preciso. 

Confesar con la boca no es más que saber que tenemos que predicar a Jesús en todo momento y en toda circunstancia, sea en la casa, sea en el trabajo, sea en la vida política y esto sin importar las consecuencias. 

La palabra que significa lo contrario de “confesar” es la palabra “negar” (San Juan 1,20; Juan 2,22-23). Confesar es decir “SÍ”; negar es decir “NO”. 

Asumir que este pasaje es una sugerencia de que haciendo una simple oración eres salvo contradice la verdad que la fe que salva incluye el creer y el obedecer. 

Por otra parte la palabra “creyeres” proviene del griego “pisteuo” y es la forma verbal de pistis que quiere decir FE, significa confiar en, tener fe en, estar plenamente convencido de, reconocer, depender de alguien. Pisteuo es más que creer es tener dependencia y confianza lo que te lleva la OBEDIENCIA. Esto quiere decir que te sometes a la voluntad de Dios después que lo has proclamado públicamente Señor. 

Si este pasaje donde “confesar” por medio de una oración te diera salvación, contradeciría a San Mateo 7:22-23 “22 Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? 23 Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad.” 

Estas personas habían CONFESADO a Jesús, pero ¿sabes qué? NO LO OBEDECÍAN por lo que Jesús no los confesó (reconoció) a ellos. 

Lo que decimos tenemos que vivirlo, tiene que concordar con nuestra vida. En la carta a Tito 1,16, San Pablo describe a un grupo de personas que confiesan que ellos conocen a Dios. 

“Profesan conocer a Dios, pero con los hechos lo niegan, siendo abominables y rebeldes, reprobados en cuanto a toda buena obra.” 

¿Pero conocían a Cristo como Señor? Sus labios decían, “Sí, conocemos a Dios”. Pero sus vidas dicen, “No, no conocemos a Dios”.. Estas personas nombran el nombre de Cristo, pero ellos no pertenecen a Dios. 

Comparemos Romanos 10, 9“Si confesares con tu boca que Jesús es el Señor” con Filipenses 2:11 “Todo lengua confiese que Jesucristo es el Señor” Acá está el énfasis, TODO tiene que hablar del Señorío de Jesús. Esa es la verdad que debe ser confesada por la boca del creyente. 

La PALABRA “Señor” es la palabra griega “kyrios”, que es la palabra que es usada consistentemente en el Antiguo Testamento para Adonaí Debemos confesar que Jesús es ADONAÍ o sea que ÉL es DIOS. 

Nuestros Mártires desde Roma en el Siglo I hasta en Siria, Irak, Egipto, Sudan, Nigeria, Kenia, Paquistán, India y un largo etc. han muerto CONFESANDO que Jesús es Dios y nadie más, ¿pero esto es producto de una oración instantánea? ¡NO! Es que ellos han seguido en su vida el patrón expresado por San Pablo en Romanos: 
- CONVICCION DE PECADO, Romanos 3 10, 23 
- JUSTIFICACION, Romanos 3 24,27 
- BAUTISMO, Romanos 6 3,6 
- SANTIFICACION Romanos 6, 12,22 
- TESTIMONIO, Romanos 9,10 

No caigas en errores de falsas teologías de moda, la Salvación no es una oración…esa es una salvación fácil y el camino al cielo es difícil. Tu eres salvo porque has sido bautizado, porque has creído y porque has obedecido rectificando tu vida y tus desobediencias en el Sacramento de la Confesión. No te dejes engañar por las Sectas y sus recetas fáciles. Nuestra Iglesia tiene el camino difícil pero que llega al cielo. 

¡QUE CONTENTO ESTOY DE SER CATÓLICO! .

0 comentarios:

Publicar un comentario