sábado, 21 de mayo de 2016

Reflexión diaria del Evangelio

REFLEXIÓN DIARIA DEL EVANGELIO.

Sábado 21 de mayo de 2016

"QUIEN NO RECIBA EL REINO DE DIOS COMO UN NIÑO, NO ENTRARÁ EN ÉL"

Jesús siempre dio una atención especial a los niños y muchas veces nos propone valores para la vida cristiana inspirados en esos pequeños inocentes. En efecto, hay que tener un corazón de niño, sin prejuicios, maldades, hipocresía y rencores para poder recibir la novedad que nos trae el Reino de Dios. Sólo podemos llenarnos del cielo cuando nos vaciamos de las cosas del mundo. Los que ya están cómodamente estructurados o petrificados por los bienes materiales o enceguecidos en la búsqueda del poder y del placer, difícilmente se darán cuenta de la llegada de Dios en sus vidas. Paz y bien.

Por el Hno. Mariosvaldo Florentino, OFMCap.


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“Quien no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él.” Mc 10, 15.
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Primera Lectura: Santiago 5,13-20
"Mucho puede hacer la oración intensa del justo"
Queridos hermanos: ¿Sufre alguno de vosotros? Rece. ¿Está alegre alguno? Cante cánticos. ¿Está enfermo alguno de vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, y que recen sobre él, después de ungirlo con óleo, en el nombre del Señor. Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo curará, y, si ha cometido pecado, lo perdonará. Así, pues, confesaos los pecados unos a otros, y rezad unos por otros, para que os curéis.
Mucho puede hacer la oración intensa del justo. Elías, que era un hombre de la misma condición que nosotros, oró fervorosamente para que no lloviese; y no llovió sobre la tierra durante tres años y seis meses. Luego volvió a orar, y el cielo derramó lluvia y la tierra produjo sus frutos.
Hermanos míos, si alguno de vosotros se desvía de la verdad y otro lo encamina, sabed que uno que convierte al pecador de su extravío se salvará de la muerte y sepultará un sinfín de pecados .

Salmo responsorial: 140
"Suba mi oración como incienso en tu presencia, Señor."

Señor, te estoy llamando, ven deprisa, / escucha mi voz cuando te llamo. / Suba mi oración como incienso en tu presencia, / el alzar de mis manos como ofrenda de la tarde.  R.
Coloca, Señor, una guardia en mi boca, / un centinela a la puerta de mis labios. / Señor, mis ojos están vueltos a ti, / en ti me refugio, no me dejes indefenso.   R.

Evangelio: Marcos 10,13-16
"El que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él"
En aquel tiempo, le acercaban a Jesús niños para que los tocara, pero los discípulos les regañaban. Al verlo, Jesús se enfadó y les dijo: "Dejad que los niños se acerquen a mí: no se lo impidáis; de los que son como ellos es el reino de Dios. Os aseguro que el que no acepte el reino de Dios como un niño, no entrará en él." Y los abrazaba y los bendecía imponiéndoles las manos.



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