sábado, 28 de mayo de 2016

Reflexión diaria del Evangelio

REFLEXIÓN DIARIA DEL EVANGELIO.

Sábado 28 de mayo de 2016

"NO NOS COMPORTEMOS COMO FARISEOS"

Los que perseguían a Jesús no querían aceptar de modo alguno que él era el enviado de Dios. Estaban buscando, de todas las formas posibles, neutralizarlo. Eran incapaces de analizar objetivamente lo que Jesús hacía o decía. Como ellos se sentían superiores a todos y creían que el bien o el mal dependían de su decisión, Jesús era una amenaza y necesitaba ser eliminado. También nosotros muchas veces nos sentimos superiores a los demás y creemos que ellos no tienen autoridad para decirnos algo que necesitamos mejorar o que dependen de nuestro visto bueno para hacer el bien. Ojo, no nos comportemos como fariseos. Paz y bien.

Por el Hno. Mariosvaldo Florentino, OFMCap.


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“¿Con que autoridad haces estas cosas? (Mc 11, 28)
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Primera Lectura: Judas 17.20b-25
"Dios puede preservaros de tropiezos y presentaros ante su gloria sin mancha"
Queridos hermanos, acordaos de lo que predijeron los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo. Idos asentando sobre el cimiento de vuestra santa fe, orad movidos por el Espíritu Santo y manteneos así en el amor de Dios, aguardando a que la misericordia de nuestro Señor Jesucristo os dé la vida eterna. ¿Titubean algunos? Tened compasión de ellos; a unos, salvadlos, arrancándolos del fuego; a otros, mostradles compasión, pero con cautela, aborreciendo hasta el vestido que esté manchado por la carne.

Al único Dios, nuestro salvador, que puede preservaros de tropiezos y presentaros ante su gloria exultantes y sin mancha, gloria y majestad, dominio y poderío, por Jesucristo, nuestro Señor, desde siempre y ahora y por todos los siglos. Amén.

Salmo responsorial: 62
"Mi alma está sedienta de ti, Señor, Dios mío."

Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo, / mi alma está sedienta de ti; / mi carne tiene ansia de ti, / como tierra reseca, agostada, sin agua.   R.
¡Cómo te contemplaba en el santuario / viendo tu fuerza y tu gloria! / Tu gracia vale más que la vida, / te alabarán mis labios.   R.
Toda mi vida te bendeciré / y alzaré las manos invocándote. / Me saciaré como de enjundia y de manteca, / y mis labios te alabarán jubilosos.  R.

Evangelio: Marcos 11,27-33
"¿Con qué autoridad haces esto?"

En aquel tiempo, Jesús y los discípulos volvieron a Jerusalén y, mientras paseaba por el templo, se le acercaron los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos y le preguntaron: "¿Con qué autoridad haces esto? ¿Quién te ha dado semejante autoridad?" Jesús les respondió: "Os voy a hacer una pregunta y, si me contestáis, os diré con qué autoridad hago esto: El bautismo de Juan ¿era cosa de Dios o de los hombres? Contestadme." Se pusieron a deliberar: "Si decimos que es de Dios, dirá: "¿Y por qué no le habéis creído?" Pero como digamos que es de los hombre..." (Temían a la gente, porque todo el mundo estaba convencido de que Juan era un profeta.) Y respondieron a Jesús: "No sabemos." Jesús les replicó: "Pues tampoco yo os digo con qué autoridad hago esto."



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