martes, 5 de enero de 2016

Reflexión diaria del Evangelio

REFLEXIÓN DIARIA DEL EVANGELIO.

Martes 5 de enero de 2016

"ANDABAN COMO OVEJAS SIN PASTOR"

Jesús se encontró con muchas personas desorientadas, con muchas necesidades y sufrimientos, sin perspectivas… esto le dolía profundamente. Sin embargo, él quiere ser el pastor bueno de todas estas personas, quiere darles aliento, esperanza y una dirección cierta en la vida. Es por eso que con calma él les enseña. Sólo la paciencia de Dios puede hacernos comprender el misterio de su reino y llevarnos un día a la decisión de seguirlo. ¡Señor, enséñame también con calma, ten paciencia con mis resistencias… ayúdame a descubrirte! Paz y bien.

Por el Hno. Mariosvaldo Florentino, OFMCap.


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"Jesús vio una multitud y tuvo lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma.” Mc 6, 34.
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Primera Lectura: 1Juan 4,7-10
"Dios es amor"

Queridos hermanos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único, para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de propiciación para nuestros pecados.

Salmo responsorial: 71
"Que todos los pueblos de la tierra se postren ante ti, Señor..

Dios mío, confía tu juicio al rey, / tu justicia al hijo de reyes, / para que rija a tu pueblo con justicia, / a tus humildes con rectitud. R.

Que los montes traigan paz, / y los collados justicia; / que él defienda a los humildes del pueblo, / socorra a los hijos del pobre. R. 

Que en sus días florezca la justicia / y la paz hasta que falte la luna; / que domine de mar a mar, / del Gran Río al confín de la tierra. R.

Evangelio: Marcos 6,34-44
"Jesús se revela como profeta en la multiplicación de los panes"

En aquel tiempo, Jesús vio una multitud y le dio lástima de ellos, porque andaban como ovejas sin pastor; y se puso a enseñarles con calma. Cuando se hizo tarde se acercaron sus discípulos a decirle: "Estamos en despoblado, y ya es muy tarde. Despídelos, que vayan a los cortijos y aldeas de alrededor y se compren de comer." Él les replicó: "Dadles vosotros de comer." Ellos le preguntaron: "¿Vamos a ir a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer?" Él les dijo: "¿Cuántos panes tenéis? Id a ver." Cuando lo averiguaron le dijeron: "Cinco, y dos peces."

Él les mandó que hicieran recostarse a la gente sobre la hierba en grupos. Ellos se acomodaron por grupos de ciento y de cincuenta. Y tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos para que se los sirvieran. Y repartió entre todos los dos peces. Comieron todos y se saciaron, y recogieron las sobras: doce cestos de pan y de peces. Los que comieron eran cinco mil hombres.

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