viernes, 8 de enero de 2016

Reflexión diaria del Evangelio

REFLEXIÓN DIARIA DEL EVANGELIO.

Viernes 8 de enero de 2016

"LO QUIERO, QUEDA LIMPIO"

En el tiempo de Jesús nadie podía tocar a un leproso porque se tornaba impuro. Jesús, sin embargo, consciente de que era Dios, no tiene miedo de nuestras impurezas ni de nuestras dolencias. Él se acerca y nos toca, pues sabe que tiene el poder de transformarnos. Él es la fuente de la purificación y nada lo puede dejar impuro. Preséntate ante Jesús. Pídele que te tenga compasión: no importa cuál es tu impureza. Permite que él te toque… porque estoy seguro de que él quiere renovarte completamente. También a ti, él dirá: «Lo quiero, queda limpio». Paz y bien.

Por el Hno. Mariosvaldo Florentino, OFMCap.


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"Jesús extendió la mano, tocó al leproso y dijo: «Yo quiero, queda limpio».”Lc 5, 12-13.
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Primera Lectura: 1Juan 5,5-13
"El Espíritu, el agua y la sangre"

Queridos hermanos: ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Éste es el que vino con agua y con sangre: Jesucristo. No sólo con agua, sino con agua y con sangre; y el Espíritu es quien da testimonio, porque el Espíritu es la verdad. Porque tres son los testigos: el Espíritu, el agua y la sangre, y los tres están de acuerdo.

Si aceptamos el testimonio humano, más fuerza tiene el testimonio de Dios. Éste es el testimonio de Dios, un testimonio acerca de su Hijo. El que cree en el Hijo de Dios tiene dentro el testimonio. Quien no cree a Dios le hace mentiroso, porque no ha creído en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Y éste es el testimonio: Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. Quien tiene al Hijo tiene la vida, quien no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Os he escrito estas cosas a los que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que os deis cuenta de que tenéis vida eterna.

Salmo responsorial: 147
"Glorifica al Señor, Jerusalén..

Glorifica al Señor, Jerusalén; / alaba a tu Dios, Sión: / que ha reforzado los cerrojos de tus puertas, / y ha bendecido a tus hijos dentro de ti. R.

Ha puesto paz en tus fronteras, / te sacia con flor de harina. / Él envía su mensaje a la tierra, / y su palabra corre veloz. R. 

Anuncia su palabra a Jacob, / sus decretos y mandatos a Israel; / con ninguna nación obró así, / ni les dio a conocer sus mandatos. R.

Evangelio: Lucas 5,12-16
"En seguida le dejó la lepra"

Una vez, estando Jesús en un pueblo, se presentó un hombre lleno de lepra; al ver a Jesús cayó rostro a tierra y le suplicó: "Señor, si quieres puedes limpiarme." Y Jesús extendió la mano y lo tocó diciendo: "Quiero, queda limpio." Y en seguida le dejó la lepra. Jesús le recomendó que no lo dijera a nadie, y añadió: "Ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés para que les conste."

Se hablaba de él cada vez más, y acudía mucha gente a oírle y a que los curara de sus enfermedades. Pero él solía retirarse a despoblado para orar.

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