miércoles, 20 de julio de 2016

Reflexión diaria de la Palabra de Dios

REFLEXIÓN DIARIA DE LA PALABRA DE DIOS.

Miércoles 20 de julio de 2016

¿ES VERDAD QUE DIOS TIENE UN PLAN PARA CADA UNO DE NOSOTROS ¿CÓMO LLEGAR A CONOCERLO?

Por Fray Nelson Medina, OP.

 El mismo Dios que con su poder nos creó, es el mismo que con su sabiduría ha pensado lo mejor para nosotros, y con su amor nos mueve para que lleguemos a la realización plena.


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Primera Lectura: Jeremías 1, 1. 4-10
"Te nombré profeta de los gentiles."

Palabras de Jeremías, hijo de Helcías, de los sacerdotes residentes en Anatot, territorio de Benjamín. Recibí esta palabra del Señor: "Antes de formarte en el vientre, te escogí; antes de que salieras del seno materno, te consagré: te nombré profeta de los gentiles."

Yo repuse: "¡Ay, Señor mío! Mira que no sé hablar, que soy un muchacho." El Señor me contestó: "No digas: "Soy un muchacho", que adonde yo te envíe, irás, y lo que yo te mande, lo dirás. No les tengas miedo, que yo estoy contigo para librarte." Oráculo del Señor.

El Señor extendió la mano y me tocó la boca; y me dijo: "Mira: yo pongo mis palabras en tu boca, hoy te establezco sobre pueblos y reyes, para arrancar y arrasar, para destruir y demoler, para edificar y plantar."

Salmo responsorial: 70
"Mi boca contará tu salvación, Señor".

A ti, Señor, me acojo: / no quede yo derrotado para siempre; / tú que eres justo, líbrame y ponme a salvo, / inclina a mí tu oído, y sálvame.    R.

Sé tú mi roca de refugio, / el alcázar donde me salve, / porque mi peña y mi alcázar eres tú. / Dios mío, líbrame de la mano perversa.    R.

Porque tú, Dios mío, fuiste mi esperanza / y mi confianza, Señor, desde mi juventud. / En el vientre materno ya me apoyaba en ti, / en el seno tú me sostenías.   R.

Mi boca contará tu auxilio, / y todo el día tu salvación. / Dios mío, me instruiste desde mi juventud, / y hasta hoy relato tus maravillas.    R.

Evangelio: Mateo 13, 1-9
Cayó en tierra buena y dio grano"

Aquel día, salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y la gente se quedó de pie en la orilla

Les habló mucho rato en parábolas: Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, un poco cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se lo comieron.

Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y, como la tierra no era profunda, brotó de seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó.

Otro poco cayó entre zarzas, que crecieron y lo ahogaron.

El resto cayó en tierra buena y dio grano: unos, ciento; otros, sesenta; otros, treinta.

El que tenga oídos que oiga."


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