viernes, 22 de julio de 2016

Reflexión diaria de la Palabra de Dios

REFLEXIÓN DIARIA DE LA PALABRA DE DIOS.

Viernes 22 de julio de 2016

FIESTA DE SANTA MARÍA MAGDALENA

Por Fray Nelson Medina, OP.

 Pidamos a Dios en la fiesta de María Magdalena, quien llevó el primer anuncio de la resurrección del Señor, que incremente la certeza y la confianza del poder transformante de su amor.


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Primera Lectura: Cantar de los cantares 3, 1-4
"Encontré el amor de mi alma."

Así dice la esposa: “En mi cama, por la noche, buscaba el amor de mi lama: lo busqué y no lo encontré. Me levanté y recorrí la ciudad por las calles y las plazas, buscando el amor de mi alma; lo busqué y no lo encontré. Me han encontrado los guardias que rondan por la ciudad: “¿Visteis al amor de mi alma?”. Pero, apenas los pasé, encontré al amor de mi alma."

Salmo responsorial: 62, 2-6.8-9
"Mi alma está sedienta de ti, mi Dios".

Oh Dios, tú eres mi Dios, por ti madrugo,/ mi alma está sedienta de ti; /mi carne tiene ansia de ti,/ como tierra reseca, agostada, sin agua.    R.

¡Como te contemplaba en el santuario / Viendo tu fuerza y tu gloria! / Tu gracia vale más que la vida,/ te alabarán mis labios.    R.

Toda mi vida te bendeciré / y alzaré las manos invocándote./ Me saciaré como de enjundia y de manteca, / Y mis labios te alabarán jubilosos.   R.

Porque fuiste mi auxilio,/ y a la sombra de tus alas canto con jubilo; / mi alma está unida a ti, / y tu diestra me sostiene.    R.

Evangelio: Juan 20,1.11-18
Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas"

El primer día de la semana, María Magdalena fue al sepulcro al amanecer, cuando aún estaba oscuro, y vio la losa quitada del sepulcro. Fuera, junto al sepulcro, estaba María, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús.

Ellos le preguntan: «Mujer, ¿por qué lloras?»

Ella les contesta: «Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto.»

Dicho esto, da media vuelta y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.

Jesús le dice: «Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?»

Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta: «Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré.»

Jesús le dice: «¡María!» Ella se vuelve y le dice: «¡Rabboni!», que significa: «¡Maestro!»

Jesús le dice: «Suéltame, que todavía no he subido al Padre. Anda, ve a mis hermanos y diles: "Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro."»

María Magdalena fue y anunció a los discípulos: «He visto al Señor y ha dicho esto.»


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