lunes, 4 de julio de 2016

Reflexión diaria de la Palabra de Dios

REFLEXIÓN DIARIA DE LA PALABRA DE DIOS.

Lunes 04 de junio de 2016

“¿CÓMO ESTÁ TU FE? ¿CÓMO VAS EN TU FE? ¿CREES EN UN DIOS GRANDE? ESA ES LA PREGUNTA DEL EVANGELIO DE HOY”

Por Fray Nelson Medina, OP.

 La fe no niega la dureza del dolor y la pérdida; la grandeza de la fe está en reconocer que Cristo es quien puede vencer toda derrota.


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Primera Lectura: Oseas 2, 16. 17b-18. 21-22
"Me casaré contigo en matrimonio perpetuo."

Así dice el Señor: "Yo la cortejaré, me la llevaré al desierto, le hablaré al corazón. Y me responderá allí como en los días de su juventud, como el día en que la saqué de Egipto. Aquel día -oráculo del Señor-, me llamará Esposo mío, no me llamará Ídolo mío. Me casaré contigo en matrimonio perpetuo, me casaré contigo en derecho y justicia, en misericordia y compasión, me casaré contigo en fidelidad, y te penetrarás del Señor."

Salmo responsorial: 144
"El Señor es clemente y misericordioso.

Día tras día, te bendeciré / y alabaré tu nombre por siempre jamás. / Grande es el Señor, merece toda alabanza, / es incalculable su grandeza.   R.

Una generación pondera tus obras a la otra, / y le cuenta tus hazañas. / Alaban ellos la gloria de tu majestad, / y yo repito tus maravillas.   R.

Encarecen ellos tus temibles proezas, / y yo narro tus grandes acciones; / difunden la memoria de tu inmensa bondad, / y aclaman tus victorias.   R.

El Señor es clemente y misericordioso, / lento a la cólera y rico en piedad; / el Señor es bueno con todos, / es cariñoso con todas sus criaturas.   R.

Evangelio: Mateo 9, 18-26
"Mi hija acaba de morir. Pero ven tú, y vivirá"

En aquel tiempo, mientras Jesús hablaba, se acercó un personaje que se arrodilló ante él y le dijo: "Mi hija acaba de morir. Pero ven tú, ponle la mano en la cabeza, y vivirá". Jesús lo siguió con sus discípulos. Entretanto, una mujer que sufría flujos de sangre desde hacía doce años, se le acercó por detrás y le tocó el borde del manto, pensando que, con sólo tocarle el manto, se curaría. Jesús se volvió, y al verla le dijo: "¡Animo, hija! Tu fe te ha curado. Y en aquel momento quedó curada la mujer.

Jesús llegó a casa del personaje y, al ver a los flautistas y el alboroto de la gente, dijo: "¡Fuera! La niña no está muerta, está dormida". Se reían de él. Cuando echaron a la gente, entró él, cogió la niña de la mano, y ella se puso en pie. La noticia se divulgó por aquella comarca.


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