miércoles, 14 de septiembre de 2016

Reflexión diaria del Evangelio

REFLEXIÓN DIARIA DEL EVANGELIO.

Miércoles 14 de septiembre de 2016

"FIESTA DE LA EXALTACIÓN DE LA SANTA CRUZ"

La cruz de Cristo es para todos nosotros el mejor resumen de la historia de la salvación. Por amor, nuestro Señor Jesús entregó su vida y colgado en el madero derramó su sangre. Oh, cruz bendita, que pusiste en alto al salvador para que todos puedan ser atraídos por él. Oh, árbol de la vida, que nos das el fruto santísimo que nos devuelve la inmortalidad. Danos Señor la gracia de contemplar tu cruz y con eso, contágianos con tu amor, que vence nuestros pecados y debilidades. Jesús tiene una propuesta. Paz y bien.

Por el Hno. Mariosvaldo Florentino, OFMCap.


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"Es necesario que el hijo del hombre sea levantado en alto, para que todos los que creen en él tengan vida eterna." (Jn 3, 14-15)
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Primera Lectura: Números 21,4b-9
"Miraban a la serpiente de bronce y quedaban curados"

En aquellos días, el pueblo estaba extenuado del camino, y habló contra Dios y contra Moisés: «¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náusea ese pan sin cuerpo.»

El Señor envió contra el pueblo serpientes venenosas, que los mordían, y murieron muchos israelitas. Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo: «Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes.»

Moisés rezó al Señor por el pueblo, y el Señor le respondió: «Haz una serpiente venenosa y colócala en un estandarte: los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirarla.»

Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a uno, él miraba a la serpiente de bronce y quedaba curado.

Salmo responsorial: 77
"No olvidéis las acciones del Señor."

Escucha, pueblo mío, mi enseñanza, / inclinad el oído a las palabras de mi boca: / que voy a abrir mi boca a las sentencias, / para que broten los enigmas del pasado.  R.

Cuando los hacía morir, lo buscaban, / y madrugaban para volverse hacia Dios; / se acordaban de que Dios era su roca, / el Dios Altísimo su redentor.  R.

Lo adulaban con sus bocas, / pero sus lenguas mentían: / su corazón no era sincero con él, / ni eran fieles a su alianza.  R.

Él, en cambio, sentía lástima, / perdonaba la culpa y no los destruía: / una y otra vez reprimió su cólera, / y no despertaba todo su furor.  R.

Evangelio: Juan 3,13-17
Tiene que ser elevado el Hijo del hombre."

En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.»
 


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