viernes, 30 de septiembre de 2016

Reflexión diaria del Evangelio

REFLEXIÓN DIARIA DEL EVANGELIO.

Viernes 30 de septiembre de 2016

"EL QUE LOS ESCUCHA A USTEDES, ME ESCUCHA A MÍ"

Con estas palabras, Jesús da autoridad a las enseñanzas de aquellos a quien él envía. Escuchar a un enviado del Señor es como escucharlo a él mismo. Por eso, cuando el Papa, los obispos y los sacerdotes nos hablan en nombre de Cristo, nosotros debemos, con docilidad, escuchar su voz y obedecer con empeño, pues ellos son los mediadores escogidos por el propio Cristo para hablar en su nombre. Aunque el Señor nos puede hablar directamente en nuestros corazones, él quiso tener hombres que hablen en su nombre y nosotros no podemos hacernos oídos sordos a su mensaje. Paz y bien.

Por el Hno. Mariosvaldo Florentino, OFMCap.


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"El que los escucha a ustedes, me escucha a mí." (Lc 10,16)
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Primera Lectura: Job 38, 1. 12-21; 40, 3-5
"¿Has mandado a la mañana o has entrado por los hontanares del mar?"

El Señor habló a Job desde la tormenta: "¿Has mandado en tu vida a la mañana o has señalado su puesto a la aurora, para que agarre la tierra por los bordes y sacuda de ella a los malvados, para que la transforme como arcilla bajo el sello y la tiña como la ropa; para que les niegue la luz a los malvados y se quiebre el brazo sublevado? ¿Has entrado por los hontanares del mar o paseado por la hondura del océano?

¿Te han enseñado las puertas de la muerte o has visto los portales de las sombras? ¿Has examinado la anchura de la tierra? Cuéntamelo, si lo sabes todo. ¿Por dónde se va a la casa de la luz y dónde viven las tinieblas? ¿Podrías conducirlas a su país o enseñarles el camino de casa? Lo sabrás, pues ya habías nacido entonces y has cumplido tantísimos años."

Job respondió al Señor:

"Me siento pequeño, ¿qué replicaré? Me taparé la boca con la mano; he hablado una vez, y no insistiré, dos veces, y no añadiré nada."

Salmo responsorial: 138
"Guíame, Señor, por el camino eterno."

Señor, tú me sondeas y me conoces; / me conoces cuando me siento o me levanto, / de lejos penetras mis pensamientos; / distingues mi camino y mi descanso, / todas mis sendas te son familiares.  R.

¿Adónde iré lejos de tu aliento, / adónde escaparé de tu mirada? / Si escalo el cielo, allí estás tú; / si me acuesto en el abismo, allí te encuentro.  R.

Si vuelo hasta el margen de la aurora, / si emigro hasta el confín del mar, / allí me alcanzará tu izquierda, / me agarrará tu derecha.  R.

Tú has creado mis entrañas, / me has tejido en el seno materno. / Te doy gracias, / porque me has escogido portentosamente, / porque son admirables tus obras.  R.

Evangelio: Lucas 10, 13-16
Quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado"

En aquel tiempo dijo Jesús: "¡Ay de ti, Corozaín; ay de ti, Betsaida! Si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros que en vosotras, hace tiempo que se habrían convertido, vestidos de sayal y sentados en la ceniza. Por eso el juicio les será más llevadero a Tiro y a Sidón que a vosotras. T tú, Cafarnaúm, ¿piensas escalar el cielo? Bajarás al abismo. Quien a vosotros os escucha, a mí me escucha; quien a vosotros os rechaza, a mí me rechaza; y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado".
 


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