domingo, 18 de septiembre de 2016

Reflexión Dominical del Evangelio

REFLEXIÓN DIARIA DEL EVANGELIO.

Domingo 18 de septiembre de 2016

"DAME CUENTA DE TU ADMINISTRACIÓN."

En este mundo todos tenemos funciones, encargos, trabajos y nuestra vida debe ser caracterizada por la honestidad. Por más pequeña que sea la responsabilidad que tengamos no debemos apropiarnos de lo que no es nuestro. Hacer trampas o buscar ganar la vida con cosas ilícitas, Dios que todo lo ve hasta mismo lo más secreto un día nos pedirá cuentas y todas nuestras fraudes se quedarán descubiertas. En este mundo hay muchos expertos que viven de engaños, a veces hasta se envanecen por lo fácil que se les hace la vida, pero no debemos imitarlos, pues un día, humillados, tendrán que resarcir todo. Paz y bien.

Por el Hno. Mariosvaldo Florentino, OFMCap.


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Lo mandó llamar y le dijo: ¿Qué oigo decir de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no continuarás en ese cargo." (Lc 16,2).
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Primera Lectura: Amós 8, 4-7
"Contra los que "compran por dinero al pobre"."

Escuchad esto, los que exprimís al pobre, despojáis a los miserables, diciendo: "¿Cuándo pasará la luna nueva, para vender el trigo, y el sábado, para ofrecer el grano?"

Disminuís la medida, aumentáis el precio, usáis balanzas con trampa, compráis por dinero al pobre, al mísero por un par de sandalias, vendiendo hasta el salvado del trigo. Jura el Señor por la gloria de Jacob que no olvidará jamás vuestras acciones.

Salmo responsorial: 112
(Escuchar el salmo y descargar mp3) http://interletras.com/musicaliturgica/cantos%202/SALMOS/Ciclo%20C/60%20domingo%2025%20del%20tiempo%20ordinario.mp3




"Alabad al Señor, que alza al pobre."

Alabad, siervos del Señor, alabad el nombre del Señor. Bendito sea el nombre del Señor, ahora y por siempre.  R.

El Señor se eleva sobre todos los pueblos, su gloria sobre los cielos. ¿Quién como el Señor, Dios nuestro, que se eleva en su trono y se abaja para mirar al cielo y a la tierra? R.

Levanta del polvo al desvalido, alza de la basura al pobre, para sentarlo con los príncipes, los príncipes de su pueblo.  R.

Segunda Lectura: 1Timoteo 2, 1-8
"Que se hagan oraciones por todos los hombres a Dios, que quiere que todos se salven"

Querido hermano:

Te ruego, lo primero de todo, que hagáis oraciones, plegarias, súplicas, acciones de gracias por todos los hombres, por los reyes y por todos los que ocupan cargos, para que podamos llevar una vida tranquila y apacible, con toda piedad y decoro.

Eso es bueno y grato ante los ojos de nuestro Salvador, Dios, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.

Pues Dios es uno, y uno solo es el mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús, que se entregó en rescate por todos: este es el testimonio en el tiempo apropiado: para él estoy puesto como anunciador y apóstol -digo la verdad, no miento-, maestro de los gentiles en fe y verdad.

Quiero que sean los hombres los que recen en cualquier lugar, alzando las manos limpias de ira y divisiones. Amén.

Evangelio: Lucas 16, 1-13
"No podéis servir a Dios y al dinero."

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Un hombre rico tenía un administrador, y le llegó la denuncia de que derrochaba sus bienes.

Entonces lo llamó y le dijo: "¿Qué es eso que me cuentan de ti? Entrégame el balance de tu gestión, porque quedas despedido."

El administrador se puso a echar sus cálculos:

"¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me quita el empleo? Para cavar no tengo fuerzas; mendigar me da vergüenza. Ya sé lo que voy a hacer para que, cuando me echen de la administración, encuentre quien me reciba en su casa."

Os digo que la misma alegría habrá entre los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierta."

Fue llamando uno a uno a los deudores de su amo y dijo al primero: "¿Cuánto debes a mi amo?"

Éste respondió: "Cien barriles de aceite."

Él le dijo: "Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta."

Luego dijo a otro: "Y tú, ¿cuánto debes?"

Él contestó: "Cien fanegas de trigo."

Le dijo: "Aquí está tu recibo, escribe ochenta."

Y el amo felicitó al administrador injusto, por la astucia con que había procedido. Ciertamente, los hijos de este mundo son más astutos con su gente que los hijos de la luz.

Y yo os digo: ganaos amigos con el dinero injusto, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas.

El que es de fiar en lo menudo también en lo importante es de fiar; el que no es honrado en lo menudo tampoco en lo importante es honrado.

Si no fuisteis de fiar en el injusto dinero, ¿quién os confiará lo que vale de veras? Si no fuisteis de fiar en lo ajeno, ¿lo vuestro, quién os lo dará?

Ningún siervo puede servir a dos amos, porque, o bien aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se dedicará al primero y no hará caso del segundo. No podéis servir a Dios y al dinero."
 

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