lunes, 5 de septiembre de 2016

Reflexión diaria del Evangelio

REFLEXIÓN DIARIA DEL EVANGELIO.

Lunes 05 de septiembre de 2016

"HABÍA ALLÍ UN HOMBRE CON PARÁLISIS EN UN BRAZO"

Tener el brazo paralizado significa estar impedido para realizar muchas cosas. Este hombre puede ser símbolo de los que están en la Iglesia pero tienen la mano paralizada, esto es, no saben servir, no quieren ayudar a los demás y sólo esperan recibir. Lastimosamente hay muchos con este problema. Este no es el ideal de la vida cristiana. Jesús no quiere que nadie esté así en su Iglesia. Cada uno debe verificar sus manos para ver si no soy yo este hombre de la mano seca. Si esto fuera así, muéstrate a Jesús, pues él quiere sanarte. Paz y bien.

Por el Hno. Mariosvaldo Florentino, OFMCap.


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"Otro sábado Jesús había entrado en la sinagoga y enseñaba. Había allí un hombre que tenía paralizada la mano derecha." (Lc 6,6)
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Primera Lectura: 1Corintios 5, 1-8
"Quitad la levadura vieja, porque ha sido inmolada nuestra víctima pascual: Cristo"

Hermanos: Se sabe públicamente que hay un caso de unión ilegítima en vuestra comunidad, y tan grave que ni los gentiles la toleran; me refiero a ése que vive con la mujer de su padre.

¿Y todavía os engreís? Estaría mejor ponerse de luto, para que el que ha hecho eso desaparezca de vuestro grupo.

Lo que es yo, ausente en el cuerpo, pero presente en espíritu, ya he tomado una decisión como si estuviera presente: reunidos vosotros en nombre de nuestro Señor Jesús, y yo presente en espíritu, con el poder de nuestro Señor Jesús entregar al que ha hecho eso en manos del diablo; en la carne quedará destrozado, pero así su espíritu se salvará en el día del Señor.

Ese orgullo vuestro no tiene razón de ser. ¿No sabéis que un poco de levadura fermenta toda la masa? Quitad la levadura vieja para ser una masa nueva, ya que sois panes ázimos. Porque ha sido inmolada nuestra víctima pascual: Cristo. Así, pues, celebremos la Pascua, no con levadura vieja (levadura de corrupción y de maldad), sino con los panes ázimos de la sinceridad y la verdad.

Salmo responsorial: 5
"Señor, guíame con tu justicia."

Tú no eres un Dios que ame la maldad, / ni el malvado es tu huésped, / ni el arrogante se mantiene en tu presencia.  R.

Detestas a los malhechores, / destruyes a los mentirosos; / al hombre sanguinario y traicionero / lo aborrece el Señor.  R.

Que se alegren los que se acogen a ti, / con júbilo eterno; / protégelos, para que se llenen de gozo / los que aman tu nombre.  R.

Evangelio: Lucas 6, 6-11
Estaban al acecho para ver si curaba en sábado."

Un sábado, entró Jesús en la sinagoga a enseñar. Había allí un hombre que tenía parálisis en el brazo derecho. Los letrados y los fariseos estaban al acecho para ver si curaba en sábado, y encontrar de qué acusarlo. Pero él, sabiendo lo que pensaban, dijo al hombre del brazo paralítico: "Levántate y ponte ahí en medio". El se levantó y se quedó en pie. Jesús les dijo: "Os voy a hacer una pregunta: ¿Qué está permitido hacer en sábado: hacer el bien o el mal, salvar a uno o dejarlo morir?" Y, echando en torno una mirada a todos, le dijo al hombre: "Extiende el brazo".

El lo hizo, y el brazo quedó restablecido. Ellos se pusieron furiosos y discutían qué había que hacer con Jesús.
 



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