martes, 20 de septiembre de 2016

Reflexión diaria del Evangelio

REFLEXIÓN DIARIA DEL EVANGELIO.

Martes 20 de septiembre de 2016

"LA MADRE DE JESÚS Y SUS HERMANOS FUERON A VERLO"

Muchas veces hemos ya interpretado este evangelio desde el punto de vista de la importancia de vivir las enseñanzas de Jesús, sin estar queriendo ventajas por parentesco o amistades. Sin embargo, queremos hoy a partir de este evangelio, pensar en nuestra responsabilidad como familia de cuidar, visitar e interesarnos por nuestros parientes. Muchos están olvidándose de “ir a ver”, esto es, de ir al encuentro de sus parientes. La visita a los padres, a los hermanos, a otros cercanos es también obligación para nosotros. Los lazos familiares deben ser conservados. Nadie debe estar tranquilo si sabe que algún pariente lo necesita. Paz y bien.

Por el Hno. Mariosvaldo Florentino, OFMCap.


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"La madre de Jesús y sus hermanos fueron a verlo" (Lc 8, 19)
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Primera Lectura: Proverbios 21, 1-6. 10-13
"Diversas sentencias"

El corazón del rey es una acequia en manos de Dios, la dirige adonde quiere.

Al hombre le parece siempre recto su camino, pero es Dios quien pesa los corazones.

Practicar el derecho y la justicia Dios lo prefiere a los sacrificios.

Ojos altivos, mente ambiciosa, el pecado es el distintivo de los malvados.

Los planes del diligente traen ganancia, los del atolondrado traen indigencia.

Tesoros ganados por boca embustera son humo que se disipa y lazos mortales.

Afán del malvado es buscar el mal, no mira con piedad a su prójimo.

Cuando el cínico la paga, aprende el inexperto, pero el sensato aprende con la experiencia.

El honrado observa cómo la casa del malvado precipita al malvado en la ruina.

Quien cierra los oídos al clamor del necesitado no será escuchado cuando grite.

Salmo responsorial: 118
"Guíame, Señor, por la senda de tus mandatos."

Dichoso el que, con vida intachable, / camina en la voluntad del Señor.  R.

Instrúyeme en el camino de tus decretos, / y meditaré tus maravillas.  R.

Escogí el camino verdadero, / deseé tus mandamientos.  R.

Enséñame a cumplir tu voluntad / y a guardarla de todo corazón.  R.

Guíame por la senda de tus mandatos, / porque ella es mi gozo.  R.

Cumpliré sin cesar tu voluntad, / por siempre jamás.  R.

Evangelio: Lucas 8, 19-21
Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la palabra de Dios y la ponen por obra."

En aquel tiempo, vinieron a ver a Jesús su madre y sus hermano, pero con el gentío no lograban llegar hasta él. Entonces lo avisaron: «Tu madre y tus hermanos están fuera y quieren verte.»

Él les contestó: «Mi madre y mis hermanos son éstos: los que escuchan la palabra de Dios y la ponen por obra.»

 


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